¿Por qué mi hijo/a no habla con claridad? Comprensión de la articulación y la fonología

La adquisición del lenguaje es un proceso complejo que involucra múltiples etapas y habilidades. Cuando un niño no habla con claridad, los padres y cuidadores suelen preocuparse y buscar respuestas. En este artículo, exploraremos las razones más comunes y las diferencias entre articulación y fonología, dos aspectos fundamentales para entender por qué un niño puede presentar dificultades en su pronunciación.

¿Qué es la articulación y por qué es importante?​

La articulación se refiere a la forma en que los órganos del aparato fonador (labios, lengua, paladar, etc.) se mueven para producir sonidos específicos. Una articulación adecuada asegura que los sonidos se produzcan de manera precisa y clara. Cuando un niño tiene dificultades en esta área, puede presentar distorsiones o errores en ciertos sonidos, como confundir la "/s/" con la "/z/" o omitir sonidos en palabras.

La fonología: el sistema de sonidos del idioma​

Por otro lado, la fonología es el estudio del sistema de sonidos en un idioma y cómo estos sonidos se combinan para formar palabras y significados. Problemas en la fonología pueden manifestarse como sustituciones de sonidos o simplificaciones en las palabras, por ejemplo, decir "pato" en lugar de "gato". La fonología también implica reglas que rigen la aparición de ciertos sonidos en diferentes contextos.

¿Por qué puede un niño no hablar con claridad?​

Existen varias razones por las cuales un niño puede tener dificultades para hablar con claridad, entre ellas:

  • Retrasos en el desarrollo del habla: Algunos niños tardan más en perfeccionar su articulación y sistemas fonológicos, sin que exista una causa específica.
  • Trastornos del habla: Condiciones como la dislalia o la tartamudez pueden afectar la claridad del habla.
  • Problemas auditivos: La pérdida de audición, incluso si es parcial, puede interferir en la aprendizaje de los sonidos y su correcta producción.
  • Factores psicológicos o ambientales: La falta de exposición a un lenguaje rico o experiencias limitadas también pueden influir en el desarrollo del habla.

¿Cómo saber si mi hijo necesita ayuda profesional?​

Es importante observar si el retraso en la articulación o en la fonología persiste más allá de los 3 años, o si se acompañan de otros signos como:

  • Dificultad para entender instrucciones simples.
  • Problemas para pronunciar palabras más largas o complejas.
  • Frustración o inseguridad al hablar.
En estos casos, lo recomendable es consultar a un especialista en terapia del habla o un logopeda, quien podrá realizar una evaluación detallada y ofrecer estrategias específicas para apoyar el desarrollo del lenguaje.

La intervención temprana, clave para mejorar​

La intervención temprana en trastornos del habla puede marcar una gran diferencia en la habilidad de un niño para comunicarse con claridad. Los ejercicios enfocados en mejorar la articulación y en corregir patrones fonológicos inadecuados, junto con el entrenamiento en habilidades lingüísticas, contribuyen a un desarrollo más óptimo y a una mayor confianza en el niño.

Conclusión​

La comprensión de las diferencias entre articulación y fonología permite a los padres identificar posibles causas de las dificultades en el habla de sus hijos. La paciencia, la dedicación y el apoyo profesional son fundamentales para ayudar a los niños a hablar con claridad y a desarrollar una comunicación efectiva que durará toda la vida.
 
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